A aprender se aprende. No es un juego de palabras sino una de grandes verdades de la educación. Porque para incorporar nuevos conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes llevan un proceso. Adquirir los conocimientos, almacenarlos de forma indeleble, aprovecharlos cuando es necesario, adquirir una habilidad y utilizarla de la mejor manera en el momento adecuado.
El bebé aprende que debe llamar la atención (llorando) para recibir su alimentación. El niño de un año aprende que, para desplazarse, necesitará gatear o dar pasitos aferrándose a objetos firmes. A los dos años descubre el arte del lenguaje y aprenderá a comunicarse y hacerse entender. A los cuatro años, en el jardín, aprende a vivir con los otros, socializarse, y descubrirá que, el tobogán no es de su propiedad ni de su exclusividad. A los seis años en la primaria aprende lo que es la puntualidad y que a ciertos sonidos responderá con ciertas conductas, la campana indica finalización del tiempo libre y comienza un nuevo momento de trabajo en el aula. El preadolescente aprende el sentido de la amistad y lo importante que es crecer con amigos.
Es natural en el ser humano el aprendizaje, podríamos decir, que el hombre es un ser-en-aprendizaje.
Lo fundamental es aprender de este arte, que como tal, es creación, es hacer nuevo, es adquirir nuevas herramientas para vivir plenamente la vida.
2 comentarios:
sigamos aprendiendo como alumnas y futuras docentes y no olvidemos que poniendo alegría y unión este trayecto será mucho más ameno.
Al principio de este camino, creia que aprender no solo iba a ser un poco pesado sino tambien aburrido...
Hoy, despues de poco mas de un año, no solo tengo muchisimas ganas de hacerlo, sino que tambien me gusta y cada dia tengo mas interes...por que siento que todo lo nuevo que pueda aprender me va a llevar un escaloncito mas arriba y mas cerca de mi meta: SER UNA GRAN DOCENTE!
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