martes, 9 de septiembre de 2008

Entrevista: Octavio Kulesz: Tecnología digital en el mundo del libro

Octavio Kulesz es licenciado en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires. En 1999 fundó Libros del Zorzal, junto con su hermano Leopoldo. En 2007 fue elegido presidente del International Young Publisher of the Year Network, red global que nuclea a unos 45 jóvenes editores, con centro en Londres.

Actualmente dirige la editorial Teseo. Se trata de un proyecto orientado a la publicación de libros académicos de Iberoamérica. La característica distintiva de Teseo con respecto a otros sellos es la integración completa de tecnologías editoriales de punta, tales como la impresión bajo demanda (Print on demand o POD) y la distribución digital de libros físicos.

—¿Cómo ve la situación del libro y la demanda editorial hoy?

—En la actualidad asistimos a una crisis profunda de la edición tradicional de libros. Este fenómeno está ocurriendo en todo el mundo, pero en nuestro país es particularmente evidente.

Los lectores, quizás por la enorme cantidad de información a la que acceden a través de la Web, se vuelven más exigentes en sus intereses, lo que lleva a que la demanda se estructure en nichos, en vez de constituir un grupo relativamente uniforme. Ahora bien, para llegar a estos lectores cada vez más dispersos, los editores se ven obligados a publicar más títulos, lo que implica muchísimos ejemplares adicionales, porque siguen utilizando la tecnología offset (que trabaja con grandes cantidades). Las librerías físicas reciben este flujo creciente de ejemplares y se ven obligadas a acelerar la rotación en vidrieras, mesas, estanterías, hasta que al poco tiempo deben devolver la mayoría de esos libros al editor, quien a su vez (por tener su depósito colmado), se ve en la necesidad de deshacerse de ellos: es así como un buen título termina, luego de algunos meses, guillotinado o saldado.

Se trata entonces de una crisis por saturación de oferta: se producen demasiados ejemplares, y la solución sólo puede provenir de la incorporación de tecnología digital en toda la cadena del libro.

—Es claro que la cultura y la economía se han transformado a partir de las nuevas tecnologías e internet. Nuevos modos de producción, distribución y difusión de la información, las relaciones, etc. y Teseo supo captar la nueva cultura digital. ¿Qué ventajas competitivas presenta Teseo en este panorama tanto para autores y lectores como para el mundo académico, universidades, escuelas, alumnos..?

—Nuestro objetivo es contribuir a que los libros universitarios puedan salir del laberinto de la edición actual. Eso significa permitir que los títulos estén disponibles siempre, y en el formato que el lector necesite: básicamente en libro físico o en versión electrónica. Nuestra plataforma digital apunta a que la palabra “agotado” ya no tenga sentido. Creo que es la única manera de ayudar a que ese lector especializado encuentre lo que busca, que el autor académico pueda beneficiarse de la venta de su obra y que las universidades continúen publicando los resultados de sus investigaciones.

—Teseo se especializa en investigaciones de ciencias sociales y humanidades. ¿Cómo es en general el recorrido del libro académico en la Argentina en las editoriales y en librerías?
—El proceso de publicación tradicional es bastante simple. Las editoriales académicas reciben proyectos de publicación, escogen algunos de entre ellos, se encargan de corregirlo, diseñarlo, imprimirlo en offset, distribuirlo en librerías, cobrar por las ventas y hacer difusión en medios de prensa.
El problema es que para el segmento académico, conformado por nichos cada vez más pequeños y especializados, la inversión necesaria para los sellos tradicionales suele ser alta y riesgosa. Las librerías físicas nacionales toman ejemplares consignados, pero pocos o ningún libro llega al extranjero, porque las librerías del exterior solo compran en firme. Luego de pocos meses, el grueso de los ejemplares regresa al depósito del editor, a menudo en estado de deterioro, con el triste final que comenté anteriormente.

A fin de cuentas, el encuentro entre el lector y el libro queda imposibilitado.

—¿Cuáles son las características de las impresoras digitales que se usan para este tipo de proyectos POD (print on demand) y las diferencias que presentan con las máquinas que se usan en las imprentas tradicionales?
—La impresión offset constituye una tecnología indirecta: se trata de máquinas bastante grandes que, al menos en las versiones más habituales, no imprimen directamente en papel, sino que utilizan planchas que requieren revelado, luego eso pasa por una serie de rodillos y de allí se obtiene la impresión en papel de resma. A causa de todos esos intermediarios, el offset tiene gastos fijos altos, por lo que es ideal para imprimir grandes cantidades (para 800 o más, digamos).
La impresión digital, en cambio, es directa. Tanto los interiores como las tapas se imprimen con tecnología láser, sin pasar por planchas. Eso permite bajar mucho los gastos fijos, y llegar a presupuestos muy razonables a la hora de imprimir pequeñas tiradas.

En cuanto a la calidad, la impresión digital está llegando a niveles notables.

—Para los interesados en este u otro tipo de emprendimientos culturales, podría contarnos ¿cuál es la ayuda que pudieron obtener de la Dirección General de Industrias Creativas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires?

—En diciembre de 2007 Teseo resultó ganador del concurso IncuBA, dependiente de la Dirección General de Industrias Creativas de la Ciudad de Buenos Aires. El programa IncuBA nos ha ayudado inmensamente, a través de tutorías especializadas, y también gracias a la posibilidad de tener nuestra propia oficina en el Centro Metropolitano de Diseño.

Educar.

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